martes, 10 de abril de 2007

Mañana en la Habana












Diario de Viaje
1 Marzo de 2007


Despertar en la Habana es muy reconfortable. Uno siempre se levanta escuchando música que un vecino tiene a alto volumen, por lo general reggaeton.
Es algo que quería recalcar en este diario. Aquí la gente se levanta con muy buen humor y termina la jornada de la misma manera. El cubano es una persona muy solidaria y respetuosa, se maneja con respeto mutuo. Cuando manejan, aunque el transito este muy congestionado; cosa que pasa diariamente en la habana -por falta de señalizaciones: como semáforos o carteles direccionales – jamás se insulta al otro por una mala maniobra; ni siquiera una mueca de fastidio.

En cuba el que posee un auto, heredado del sistema capitalista, lo trabaja de taxi. Uno levanta la mano y paran. Por 10 pesos cubanos (0.37 USD) se puede viajar mas de 35 cuadras, mucho para lo que es la ciudad de Habana. En el camino uno siguen subiendo pasajeros hasta agotar la capacidad del vehiculo. En el camino no se habla el uno a otro, se mantienen en silencio hasta llegar al final del destino.

La Habana Vieja fue fundada en 1514, sesenta y seis años más antigua que Buenos Aires, fundada en 1580. Es patrimonio de la Humanidad, designado por la UNESCO. El casco histórico de la Habana vieja conmueve por su historia y su arquitectónica.

La habana vieja no se asemeja con nada respecto a lo que es la ciudad en si: existe una policía especial para la protección del turista. No es que haya inseguridad en la calles. Si existen pequeños arrebatos producidos por jineteros, que viven para ge-dentar al turista y poder sacarle aunque sea 1 CUC. Fuera de lo que es el típico recorrido turístico la ciudad esta en muy malas condiciones edilicias, hay lugares que es conveniente caminar por medio de la calle, hay balcones que están propensos a caer. Diferente a los que es el Este de la habana, donde se ubica la parte más moderna de la Habana, en el barrio Vedado.

Raúl me habló mucho sobre el sistema, el se encuentra a favor del gobierno, me contó algunas perlas interesantes: “aquí no hay desigualdad social, no existe desocupación y menos aún hambre, ni mortalidad infantil”. Lo que tenia informado de Cuba y, ahora él, me lo reafirmaba.

Si uno un trabajador pierde el su puesto, el gobierno lo reubica de manera inmediata a otro, percibiendo igual sueldo. En los trabajos existe ascensos en escalas A, B o C, siendo esta última la mayor jerarquía.

Raúl me recomendó que valla por la mañana a la puerta de un colegio y me fije con que alegría los pioneros van a la escuela acompañados por sus padres.

La educación y la salud en Cuba es un ejemplo para el Mundo. La gente lo reconoce continuamente, por más que de que se esté en desacuerdo con la revolución Castrista.

En mi tercer día en Cuba no veo hambre, no veo gente indigente, ni desempleo e inseguridad. Por último, me dijo que él sistema no tiene ningún riesgo en caer “nadie es indispensable luego de Fidel sino la propia voluntad del pueblo dedefender y continuar con la Revolución”. Le creo, lo dijo sin fundamentalismo.

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